MEDICINA FAMILIAR

En nuestro Servicio Veterinario creemos que es fundamental poder brindar un servicio completo a nuestros pacientes. Para ello, no sólo buscamos satisfacer las necesidades de la mascota a lo largo de toda su vida, sino también acompañar a su dueño, guiándolo en cómo estar atento a las diferentes enfermedades que la puedan afectar.

El concepto de nuestro Servicio Veterinario parte de la prevención de enfermedades de nuestros pacientes mediante la vacunación anual, la desparasitación y algunos chequeos de rutina. Además, brindamos un seguimiento de su salud y calidad de vida y contención a sus dueños, quienes en definitiva son los que acompañan a la mascota en todo momento.

Sabemos lo que su mascota significa. Sabemos cómo atender sus necesidades.


sábado, 28 de agosto de 2010

OTITIS CANINA


Muchos perros sufren frecuentemente de otitis. Es una enfermedad muy molesta, que causa intenso malestar en uno o ambos oídos. Este malestar y dolor hace que estén con la cabeza inclinada, que se rasquen y se lastimen en las regiones cercanas a la oreja, que cuando los toquemos lloren, gruñan o incluso nos quieran morder. También muchas veces sale del oído mucha cantidad de pus o cerumen o un intenso olor rancio (como a salame). A veces este olor se confunde con el olor del cuerpo, y en realidad es proveniente del oído. Si usted tiene un perro que despide mucho “olor a perro”, haga el siguiente ejercicio: Tome un pequeño hisopo de algodón, introdúzcaselo suavemente a su perro en uno de los oídos y luego retírelo y acérquelo a su nariz. Es muy posible que sienta el mismo “olor a perro”, y en ese caso es probable que su perro esté sufriendo una otitis que lo haga parecer oloroso.
Las otitis son afecciones muy complejas de tratar. En su producción no sólo intervienen variados gérmenes, sino también enfermedades sistémicas (alergias, parásitos, enfermedades endocrinas) y características propias de los hábitos o conformación de los oídos de nuestro perro. Es decir, una otitis está causada por gérmenes (a los cuales hay que identificar para luego poder matar) y por otras enfermedades o afecciones ‘iniciadoras’ del cuadro (que hay que descubrir para que la otitis no vuelva a aparecer). Todo esto se complica por el hecho de que, muchas veces, las otitis se hacen más profundas, llegando al oído Medio (se llama Otitis Media), haciéndose entonces la terapéutica mucho más difícil.
Dentro de los gérmenes que pueden vivir y desarrollarse dentro de un oído infectado están las levaduras (Malassezia pachydermatis) y las bacterias (Staphylococcus sp, Pseudomonas sp, Proteus sp y E. Coli) como los más importantes, aunque puede haber otros. Cada uno de estos gérmenes se trata con medicaciones diferentes, por lo tanto, identificar cuál o cuáles están presentes en los oídos de un perro con otitis es un paso fundamental para una terapéutica exitosa. Los hisopados para estudios citológicos (que brindan una aproximación diagnóstica importante, y a veces la información obtenida es suficiente para comenzar una terapia) y los cultivos bacterianos (que nos dan información respecto de las bacterias y su sensibilidad a determinados medicamentos) son las armas iniciales con que contamos para su identificación. También la otoscopía (que muestra el estado interno del oído y a veces el tímpano) y las radiografías de cabeza (que brindan información respecto de la posibilidad de una Otitis Media) son los estudios básicos para realizar una terapia ótica racional.
Si ve que su perro tiene malestar en los oídos, no deje pasar el tiempo, ya que cuanto más crónica se hace una otitis, menos posibilidades hay de tratarla exitosamente. Recurra rápidamente a su veterinario, que él le sabrá indicar cuáles son los pasos a seguir para tratarla adecuadamente.


MV Pablo Manzuc
MP 7699
Dermatología y Otología

lunes, 23 de agosto de 2010

LOS ANIMALES GERONTES


Definiremos a la gerontología veterinaria como aquella ciencia que estudia la fisiología y patología del animal al envejecer.
A partir de ello, sabemos que existen enfermedades propias de la edad con diferentes procesos degenerativos y neoplásicos (cáncer) que pueden afectar en diferente grado a los sistemas neurológico, muscular, óseo, cardiovascular, endocrino, inmunológico y medio interno.
Algunos ejemplos de enfermedades son:

-Las que afectan al sistema neurológico: síndromes vestibulares, problemas de conducta.
-Las que afectan al medio interno: insuficiencia renal y hepática.
-Las que afectan a los huesos: artritis, artrosis.
-Las que afectan al sistema cardiovascular: degeneraciones valvulares, insuficiencia cardíaca.
-Enfermedades de conducta: cambios de comportamiento.
-Enfermedades que afectan al sistema inmunológico: leucemias, linfomas, anemias.
-Enfermedades que afectan al sistema endocrino: diabetes, hipo e hipertiroidismo.

Como resultado de un aumento de la expectativa de vida de nuestros pacientes hemos visto que se ha ido incrementando la edad promedio de los animales de compañía.
A partir de allí, vemos la importancia de adelantarnos, mientras podamos, a prevenir y acompañar aquellas enfermedades y dolencias que comienzan a aparecer, recurriendo a diferentes herramientas, para poder decidir cuál es el mejor tratamiento:
-Análisis de orina y sangre. Ecografías, radiologías y electrocardiogramas. Cabe aclarar que estos son análisis complementarios que su médico veterinario elegirá, según su criterio, para evaluar el estado del paciente y decidir, llegado el caso, el tratamiento a seguir.
Con los análisis de sangre podemos evaluar el medio interno (funcionamiento renal, hepático), el estado inmunológico y algunas otras cuestiones de acuerdo al tipo de análisis. El análisis de orina también nos aporta el estado del medio interno.
-Los diagnósticos por imágenes (radiografías y ecografías) nos muestran “la foto” del animal en un momento determinado, y el electrocardiograma la función eléctrica del corazón.
-Cambios en la dieta, ya que las necesidades del paciente van a variar a medida que pasen los años y, a su vez, el sobrepeso predispone a enfermedades. También es importante tener en cuenta que la constipación aparece como signo clínico en animales añosos.
-Realizar ejercicios adecuados para cuidar sus articulaciones y prevenir dolencias.
¿Cómo estar atentos? Aquí citamos algunos tips para observar y tener en cuenta:
-Aumento de cantidad de orina, aumento del consumo de agua, rengueras, anorexia, decaimiento, cambios de conducta, agresión, confusión, desorientación, ceguera (cataratas), sordera, sarro, pérdida de piezas dentarias, pérdida de brillo y color del pelaje, obesidad, pérdida de peso, tos, defecación disminuida, cambio de forma y textura, orina con olor diferente o teñida de sangre, nódulos mamarios, úlceras.
Nuestro Servicio recomienda la observación y chequeos de rutina para seguir aumentando, mientras podamos, la expectativa de vida de las mascotas, nuestros animales de compañía.


Natalia Luka

Fuentes:
www.perrosdeluruguay.com
www.foyel.com.ar
www.seleccionesveterinarias.com MV. María de la Paz Salinas

martes, 17 de agosto de 2010

¿Un tumor? A mi perro le salió algo en la piel

Es extremadamente común la aparición de nódulos o bultos sobre la piel de los perros, sobre todo en aquellos que son de edad avanzada (aunque también se pueden ver en perros jóvenes). Estos bultos pueden ser muy pequeños y únicos, o pueden ser grandes pelotas que hasta llegan a ulcerarse e infectarse, sea por el roce contra el suelo o porque el mismo animal se los lame o muerde. Esto último predispone a que se agusanen en el verano, ya que las moscas allí depositan sus huevos.
Los nódulos cutáneos pueden llegar a ser de naturaleza benigna (fibromas, lipomas, quistes glandulares o foliculares, papilomas) o maligna (mastocitomas, melanomas, adenocarcinomas). En general los tumores benignos crecen muy lentamente y no infiltran tejidos profundos, mientras que cuanto más maligno es un tumor más rápido crece y más profundo se va infiltrando. Además un tumor maligno tiene la capacidad de colonizar órganos internos como los pulmones o el hígado (cuando esto sucede, es ya muy poco lo que puede hacer la medicina por nuestra mascota). Sin embargo, todos los tumores comienzan igual, como inofensivos nodulitos.
¡Mi perro tiene un tumor en la piel! ¿Qué debo hacer?
Se pueden hacer muchas cosas, pero una sola cosa NO se debe hacer: ESPERAR. ¡Quizás no sea nada! ¡Tal vez se le vaya solo! ¡Pobrecito, si me dicen de operarlo ya es muy viejito! ¡Voy a probar con esta cremita a ver si se le va! Afirmaciones similares no son válidas, ya que hasta un inofensivo nodulito puede llegar a ser un tumor maligno, que cuanto antes se quite, mejor será el pronóstico y mayor la sobrevida con buena calidad. Lo primero que debemos hacer ante la aparición de un nódulo cutáneo, por más inofensivo que parezca, es averiguar de qué se trata. Para esto hay dos estudios básicos: uno se denomina citología, y es sólo la aspiración, con una aguja y una jeringa, de material de adentro del nódulo. Esta es una técnica muy sencilla, económica, no dolorosa ni peligrosa, y que no requiere anestesia o sedación (salvo en casos muy especiales), pero tiene la enorme desventaja de que no siempre brinda resultados, ya que muchas veces el laboratorio nos informa que la muestra no sirvió, o que no se pudo determinar la naturaleza de la lesión aspirada. Muchas veces la información obtenida es parcial, es decir, no nos dice qué tipo de tumor es, pero sí nos dice si es maligno o no, o nos informa sólo una reacción inflamatoria (que podría tratarse de una inflamación de superficie o de la periferia del tumor). Sin embargo, muchas veces la citología brinda datos certeros sobre el origen y la malignidad de un nódulo. El otro posible estudio es una biopsia. En este caso la técnica es mas invasiva, casi siempre requiere anestesia (local o general) y se realiza cortando una porción del nódulo (o todo el nódulo si el tamaño lo permite). Aquí los resultados son casi siempre definitivos, es decir, nos dan el nombre de la lesión biopsiada y su grado de malignidad. Por lo general la citología es el estudio inicial, y según su resultado se realiza una biopsia.
Toda la información reunida de los estudios citológicos y de biopsia, junto con otros estudios que el médico crea pertinentes, la ubicación y demás datos respectos del estado general del paciente, será usada por su veterinario para brindar las alternativas terapéuticas más eficaces o convenientes según el caso.
Siempre controle a su mascota por la aparición de nódulos o tumores, sobre todo si es geronte, y ante la presencia de uno de ellos, nunca espere, siempre recurra a su veterinario de confianza que él sabrá hacer todo lo necesario para la salud de su mascota.


MV. Pablo Manzuc (especialista en dermatología)

martes, 10 de agosto de 2010

LA INSUFICIENCIA RENAL EN LOS GATOS


La insuficiencia renal es una patología que pueden padecer los felinos de compañía en algún momento de su vida. Esta afecta al riñón impidiendo su función de filtración y eliminación de productos de desecho de la sangre.
Se citan diferentes causas, aunque muchas veces compartan los mismos síntomas y diferentes formas de aparición de la enfermedad.
Las causas que se reconocen pueden ser por infecciones (generalmente como consecuencia de infecciones uterinas en hembras no castradas o infecciones de vejiga), genéticas/hereditarias, tumores, tóxicos y la mayoría de las veces como enfermedad del riñón senil en gatos de edad avanzada.
La enfermedad puede ser aguda, generalmente en el caso de infecciones y tóxicos, o crónicas en tumores, genéticas o hereditarias y mayormente en enfermedad renal avanzada en gatos viejos.
Nosotros siempre decimos que lamentablemente “el riñón no avisa cuando se enferma” en el caso de gatos viejos, porque cuando aparecen los signos típicos de la enfermedad y el gato viene a la consulta, muchas veces el daño renal es tan grande que poco nos queda por hacer.
De manera preventiva, podemos citar algunos ítems que el dueño podrá observar para poder consultar así a su veterinario de confianza y realizar los chequeos correspondientes.
Se podrá observar en forma progresiva e insidiosa decaimiento, pérdida del apetito, letárgia, consunción, pérdida de peso, deshidratación, debilidad, anemia, aumento de la producción de orina, aumento de la sed, disminución del acicalamiento, vómitos y muchas veces llama la atención que el gato se esconde, quizás en lugares no siempre frecuentes (signo por demás llamativo en general cuando el gato está enfermo). Tener en cuenta que estos signos también son comunes a otras enfermedades, las cuales serán estudiadas y diagnosticadas de acuerdo a la revisación y los análisis que se realicen.
Nuestro servicio recomienda entonces, de manera preventiva, además de la observación de los signos antes mencionados, la realización de chequeos de orina y sangre que variarán de acuerdo a la edad y situación del animal.
En el caso de animales que están entrando en la senilidad, luego de los 7 años recomendamos un chequeo de orina y sangre por año. En el caso de gatos de más de diez años, lo ideal sería chequearlos cada seis meses, ya que así se podrá saber cómo están funcionando los riñones y, en el caso de diagnosticar la enfermedad en forma temprana, poder comenzar a acompañarla con los diferentes tratamientos y dietas medicadas con el fin de poder brindarle mayor calidad de vida.

MV Paula Mongelos
Natalia Luka


Fuentes: Feline Advisory Bureau (FVF)/
www.hvmolins.com