MEDICINA FAMILIAR

En nuestro Servicio Veterinario creemos que es fundamental poder brindar un servicio completo a nuestros pacientes. Para ello, no sólo buscamos satisfacer las necesidades de la mascota a lo largo de toda su vida, sino también acompañar a su dueño, guiándolo en cómo estar atento a las diferentes enfermedades que la puedan afectar.

El concepto de nuestro Servicio Veterinario parte de la prevención de enfermedades de nuestros pacientes mediante la vacunación anual, la desparasitación y algunos chequeos de rutina. Además, brindamos un seguimiento de su salud y calidad de vida y contención a sus dueños, quienes en definitiva son los que acompañan a la mascota en todo momento.

Sabemos lo que su mascota significa. Sabemos cómo atender sus necesidades.


viernes, 10 de diciembre de 2010

MIEDO A LOS RUIDOS FUERTES


Las siguientes pautas y consejos preventivos sólo son aplicables a animales que, habiendo sido evaluados por un veterinario especializado en Etología Clínica, no presenten alteraciones en su comportamiento. De haber algún problema de comportamiento deberá realizarse la consulta correspondiente para arribar al diagnóstico, pronóstico y tratamiento adecuados.

En los animales domésticos, ciertos ruidos fuertes como las explosiones de los petardos o los truenos pueden producir miedo. El miedo es una reacción normal que se produce ante un estímulo amenazante (con peligro real o potencial), y que tiene un fin adaptativo y de protección: generar una respuesta de escape.
En condiciones normales los animales se asustan de los ruidos fuertes y generalmente se escapan, tratando de evitar y alejarse de ese estímulo que los asusta. Sin embargo, con el tiempo se habitúan, es decir, se adaptan y acostumbran al hecho de que estos estímulos aparentemente amenazantes no constituyen un peligro real, y entonces dejan de presentar una respuesta temerosa.
Algunos animales padecen un miedo extremo, excesivo, que se considera patológico. Este trastorno de miedo excesivo es llamado fobia (en este caso particular, fobia simple a los ruidos), donde se produce una respuesta exagerada ante un estímulo ambiental sin peligro real, y que no posee ninguna utilidad (no permite la adaptación).
En muchas ocasiones los propios dueños, por desconocimiento y sin mala intención, refuerzan estas conductas exageradas, brindando atención y tratando de calmar o proteger al animal que está asustado y que intenta evitar ese estímulo que le causa miedo. Esto es contraproducente y debe evitarse.
Si usted observa que su animal presenta alguno de los signos que a continuación se describen, ante un estímulo identificable (explosiones, petardos), es aconsejable realizar una Consulta Etológica con el Veterinario especializado para arribar al correcto diagnóstico, pronóstico y tratamiento del problema.

Signos clínicos del miedo: Deambulación, huida, esconderse, temblores, postura baja y rabo entre las patas, salivación, jadeo, aumento del apego hacia el dueño, gemidos, vocalización (ladrido/aullido/maullido), excitación, destrucción, vómitos, micción, defecación, agresión.
Cuando estos signos se producen en forma excesiva, exagerada, y no remiten espontáneamente (ni aún cuando el estímulo ha cesado), sino que perduran en el tiempo, se puede considerar que ese animal se encuentra en un estadio patológico, más grave que el miedo normal (fobia).


Sepa qué hacer si su animal le teme a los ruidos de los petardos:

-Bríndele a su mascota un lugar dentro de la casa que esté aislado de los ruidos del exterior (por ejemplo una habitación), para que el animal pueda utilizarlo como escondite. Este espacio debe estar siempre accesible, y permitirle entrar y salir a voluntad (puerta abierta).
-No refuerce la conducta de miedo, es decir: IGNORE al animal cuando está asustado, para lograr que esta conducta exagerada se extinga.
Entonces, no intente alzarlo en brazos, ni abrazarlo, o calmarlo. Déjelo que busque un lugar donde guarecerse y mantenerse tranquilo. En cambio, sí bríndele atención y caricias en los momentos en que se encuentre tranquilo y no manifieste miedo.
-Si la ansiedad y el miedo generado por los ruidos es muy importante, o si el animal va a quedarse solo en la casa, consulte con el Veterinario acerca de la posibilidad de medicarlo con un ansiolítico/tranquilizante. Nunca le administre a su animal drogas tranquilizantes (aún si son de uso veterinario) sin consultar con el profesional acerca de su dosificación y modo de uso.
Tampoco le administre a su animal drogas o dosis prescriptas para seres humanos sin consultar al Veterinario, ya que estas no son extrapolables a las mascotas, y pueden producir intoxicación.


Dra. marina Snitcofky, especialista en etología veterinaria.

FOTO: "Mitra" felina Común Europea, paciente del SVI

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