MEDICINA FAMILIAR
En nuestro Servicio Veterinario creemos que es fundamental poder brindar un servicio completo a nuestros pacientes. Para ello, no sólo buscamos satisfacer las necesidades de la mascota a lo largo de toda su vida, sino también acompañar a su dueño, guiándolo en cómo estar atento a las diferentes enfermedades que la puedan afectar.
El concepto de nuestro Servicio Veterinario parte de la prevención de enfermedades de nuestros pacientes mediante la vacunación anual, la desparasitación y algunos chequeos de rutina. Además, brindamos un seguimiento de su salud y calidad de vida y contención a sus dueños, quienes en definitiva son los que acompañan a la mascota en todo momento.
Sabemos lo que su mascota significa. Sabemos cómo atender sus necesidades.
El concepto de nuestro Servicio Veterinario parte de la prevención de enfermedades de nuestros pacientes mediante la vacunación anual, la desparasitación y algunos chequeos de rutina. Además, brindamos un seguimiento de su salud y calidad de vida y contención a sus dueños, quienes en definitiva son los que acompañan a la mascota en todo momento.
Sabemos lo que su mascota significa. Sabemos cómo atender sus necesidades.
viernes, 17 de diciembre de 2010
RABIA
Ante la reciente detección de un nuevo caso de rabia en un mamífero terrestre (en este caso un felino domiciliado en Morón, Provincia de Buenos Aires)proveniente de un quiróptero infectado, se recuerda la obligatoriedad de tener y mantener a los animales domésticos (caninos y felinos) debidamente vacunados contra la rabia, a partir de los 3 meses de edad, y luego una vez por año durante toda la vida del animal.
Asimismo, se recuerda que ante la presencia de un murciélago caido, se proceda a dar aviso a las autoridades sanitarias locales (en nuestro caso al Instituto de Zoonosis Luis Pasteur ) y se evite todo tipo de contacto con ese animal, tanto en lo que concierne a los humanos como a sus animales de compañía. En caso de ocurrir un contacto, ya sea humano o animal, con un murciélago sospechosos, realizar la denuncia ante las autoridades sanitarias correspondientes. Si fuese algún animal, concurrir de inmediato al veterinario y/o al centro de zoonosis más próximo.
Consejo Profesional de Medicos Veterinarios
viernes, 10 de diciembre de 2010
MIEDO A LOS RUIDOS FUERTES
Las siguientes pautas y consejos preventivos sólo son aplicables a animales que, habiendo sido evaluados por un veterinario especializado en Etología Clínica, no presenten alteraciones en su comportamiento. De haber algún problema de comportamiento deberá realizarse la consulta correspondiente para arribar al diagnóstico, pronóstico y tratamiento adecuados.
En los animales domésticos, ciertos ruidos fuertes como las explosiones de los petardos o los truenos pueden producir miedo. El miedo es una reacción normal que se produce ante un estímulo amenazante (con peligro real o potencial), y que tiene un fin adaptativo y de protección: generar una respuesta de escape.
En condiciones normales los animales se asustan de los ruidos fuertes y generalmente se escapan, tratando de evitar y alejarse de ese estímulo que los asusta. Sin embargo, con el tiempo se habitúan, es decir, se adaptan y acostumbran al hecho de que estos estímulos aparentemente amenazantes no constituyen un peligro real, y entonces dejan de presentar una respuesta temerosa.
Algunos animales padecen un miedo extremo, excesivo, que se considera patológico. Este trastorno de miedo excesivo es llamado fobia (en este caso particular, fobia simple a los ruidos), donde se produce una respuesta exagerada ante un estímulo ambiental sin peligro real, y que no posee ninguna utilidad (no permite la adaptación).
En muchas ocasiones los propios dueños, por desconocimiento y sin mala intención, refuerzan estas conductas exageradas, brindando atención y tratando de calmar o proteger al animal que está asustado y que intenta evitar ese estímulo que le causa miedo. Esto es contraproducente y debe evitarse.
Si usted observa que su animal presenta alguno de los signos que a continuación se describen, ante un estímulo identificable (explosiones, petardos), es aconsejable realizar una Consulta Etológica con el Veterinario especializado para arribar al correcto diagnóstico, pronóstico y tratamiento del problema.
Signos clínicos del miedo: Deambulación, huida, esconderse, temblores, postura baja y rabo entre las patas, salivación, jadeo, aumento del apego hacia el dueño, gemidos, vocalización (ladrido/aullido/maullido), excitación, destrucción, vómitos, micción, defecación, agresión.
Cuando estos signos se producen en forma excesiva, exagerada, y no remiten espontáneamente (ni aún cuando el estímulo ha cesado), sino que perduran en el tiempo, se puede considerar que ese animal se encuentra en un estadio patológico, más grave que el miedo normal (fobia).
Sepa qué hacer si su animal le teme a los ruidos de los petardos:
-Bríndele a su mascota un lugar dentro de la casa que esté aislado de los ruidos del exterior (por ejemplo una habitación), para que el animal pueda utilizarlo como escondite. Este espacio debe estar siempre accesible, y permitirle entrar y salir a voluntad (puerta abierta).
-No refuerce la conducta de miedo, es decir: IGNORE al animal cuando está asustado, para lograr que esta conducta exagerada se extinga.
Entonces, no intente alzarlo en brazos, ni abrazarlo, o calmarlo. Déjelo que busque un lugar donde guarecerse y mantenerse tranquilo. En cambio, sí bríndele atención y caricias en los momentos en que se encuentre tranquilo y no manifieste miedo.
-Si la ansiedad y el miedo generado por los ruidos es muy importante, o si el animal va a quedarse solo en la casa, consulte con el Veterinario acerca de la posibilidad de medicarlo con un ansiolítico/tranquilizante. Nunca le administre a su animal drogas tranquilizantes (aún si son de uso veterinario) sin consultar con el profesional acerca de su dosificación y modo de uso.
Tampoco le administre a su animal drogas o dosis prescriptas para seres humanos sin consultar al Veterinario, ya que estas no son extrapolables a las mascotas, y pueden producir intoxicación.
Dra. marina Snitcofky, especialista en etología veterinaria.
FOTO: "Mitra" felina Común Europea, paciente del SVI
jueves, 2 de diciembre de 2010
DESPARASITACIÓN: MITOS Y VERDADES
La parasitosis es una enfermedad común en nuestras mascotas caninas y felinas, y esta muchas veces puede ser subestimada por los propios dueños, así como también por los veterinarios.
Primero que nada, es importante aclarar que las parasitosis que afectan a nuestras mascotas son diferentes en cada etapa de la vida.
Clasificaremos a las parasitosis de acuerdo a las diferentes etapas de la vida del animal, así será más fácil comprender en qué momento debemos ayudar a prevenirla:
La primera etapa es la intrauterina, mientras se está gestando el perrito o gatito. Allí mismo el cachorro es susceptible de parasitarse.
Luego, en la etapa de amamantamiento, es importante tener en cuenta que algunos parásitos se transmiten por la leche, por lo tanto ya se encontrará parasitado a una edad muy temprana, sumándose a los que ya traía del útero de su mamá.
A partir de allí, el animal será parasitado de acuerdo al ambiente en el que viva, si lo comparte con otros animales (hermanos de la misma camada u otros de diferentes edades), si el ambiente no goza de la higiene necesaria, etc.
¿Cómo armar un buen plan de desparasitación?
Existen muchas formas de hacerlo, por ello no hay una receta general, y siempre recomendamos que para ello se realice la consulta veterinaria, no sólo pediátrica sino también en el animal adulto, ya que hay muchos tipos de parásitos y muchos tipos de medicamentos que deberán ser prescriptos sólo por el veterinario actuante.
Generalmente se recomienda desparasitar a la hembra gestante (en el caso de criaderos o próximo nacimiento en el hogar). Tener en cuenta que no podrán ser utilizadas todas las marcas que se encuentran en el mercado, por lo tanto deberán ser prescriptas bajo receta, para prevenir abortos o problemas en el feto que algunos fármacos pueden ocasionar.
En el caso de los cachorros, se estima que tienen una parasitosis que traen de su mamá, a la cual pueden sumarse algunos otros tipos de parásitos adquiridos de otros animales o del ambiente, para lo cual recomendamos realizar un análisis de materia fecal, y así poder elegir cual es la mejor medicación para ese animal. El veterinario decidirá en cada caso, de acuerdo al/los parásito/s encontrado/s, la droga y la forma de administración, así como también la repetición de esta.
En el caso de animales adultos existen recomendaciones diferentes que se adaptarán teniendo en cuenta si el animal vive solo o con otros animales, si sale a la calle, con qué frecuencia, si vive con otras especies, si sale con paseador, etc.
Por eso no existen “las recetas”, salvo algunas aproximaciones de desparasitaciones anuales que se dividen en dos, tres y hasta cuatro veces de acuerdo al caso.
Para cualquier caso, siempre recomendaremos que consulte al veterinario, que es la única persona capacitada para aconsejar lo mejor para su mascota.
Natalia Luka
FOTO. "Umma", felina hembra Común Europea, paciente del SVI
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