MEDICINA FAMILIAR

En nuestro Servicio Veterinario creemos que es fundamental poder brindar un servicio completo a nuestros pacientes. Para ello, no sólo buscamos satisfacer las necesidades de la mascota a lo largo de toda su vida, sino también acompañar a su dueño, guiándolo en cómo estar atento a las diferentes enfermedades que la puedan afectar.

El concepto de nuestro Servicio Veterinario parte de la prevención de enfermedades de nuestros pacientes mediante la vacunación anual, la desparasitación y algunos chequeos de rutina. Además, brindamos un seguimiento de su salud y calidad de vida y contención a sus dueños, quienes en definitiva son los que acompañan a la mascota en todo momento.

Sabemos lo que su mascota significa. Sabemos cómo atender sus necesidades.


viernes, 15 de octubre de 2010

RECOMENDACIONES A TENER EN CUENTA PARA LOGRAR LA ADAPTACIÓN CORRECTA DE LOS CANINOS





Las siguientes pautas y consejos preventivos sólo son aplicables a animales que, habiendo sido evaluados por un veterinario especializado en Etología Clínica, no presenten alteraciones en su comportamiento. De haber algún problema de comportamiento deberá realizarse la consulta correspondiente para arribar al diagnóstico, pronóstico y tratamiento adecuados.

1) ADAPTACIÓN A LA MUDANZA Y AL AMBIENTE NOVEDOSO

- De ser posible, llevar al perro a conocer la casa nueva antes de realizar la mudanza.
- Si se puede, conviene que el último en mudarse sea el perro, luego de haber trasladado muebles, cajas, etc.
- Permitir la exploración de todos los espacios nuevos, especialmente aquellos donde el animal va a ser alojado. Si es un macho, permitir que marque con orina el nuevo territorio.
- Llevar a la nueva casa todos sus elementos de pertenencia (juguetes, comederos, mantas, cuchas, etc.).
- Intentar mantener las costumbres de horarios de salidas, comidas y actividades de juego como en la antigua casa.
- Si la nueva vivienda es temporaria (guardería o pensionado) o permanente pero con nuevos propietarios, agregar a los elementos del perro alguna prenda de vestir usada por su amo (o con su perfume) para que la utilice como “trapo” para jugar o dormir.

2) ADAPTACIÓN A NUEVAS MASCOTAS

- En el primer encuentro, procurar que éste siempre se produzca dentro de una situación controlada y supervisada por el propietario (siempre con collar y correa puestos, para poder sujetarlo y manejarlo).
- Cuando esté presente la nueva mascota, se le prestará atención al canino “en adaptación”, y se realizarán actividades que le resulten agradables (darle un juguete, un premio, acariciarlo, jugarle, etc.).
- Respetar los espacios y tiempos del canino “en adaptación”, impidiendo que la nueva mascota use sus elementos o lo moleste mientras descansa o come.
- Respetar y fomentar la jerarquía natural: dar atención y alimento siempre primero al animal más dominante (macho entero adulto joven de mayor talla, por ejemplo) y recién después al animal subordinado (hembra o macho castrado, o cachorro, o geronte).

3) ADAPTACIÓN A LOS NIÑOS
Las siguientes pautas sólo son aplicables a perros que estén socializados con niños, y cuyo comportamiento sea normal (es decir, que ha sido evaluado por un veterinario especializado en Etología Clínica y no se han detectado patologías comportamentales). En caso contrario (perros no socializados con niños durante el período sensible de socialización, entre las 3 y las 12 semanas de edad, o perros con alteraciones comportamentales como agresión o ansiedad), se recomienda la consulta especializada para obtener asesoramiento específico sobre cómo proceder.
Dado que los perros no reconocen a los niños como “seres humanos pequeños”, sino que los interpretan como si fueran una especie diferente (y consideran diferentes entre sí a los bebés que están en brazos con respecto a los niños pequeños que ya caminan), es importante lograr la correcta adaptación (aun de aquellos perros que se llevan bien con adolescentes o adultos).
- Antes del nacimiento de un bebé, presentarle al perro los elementos del “ajuar” que ya estén en la casa (ropita, moisés, toallas, etc.) para que reconozca los perfumes que se suelen usar en la indumentaria “de bebé”.
- Una vez que ha nacido, mostrarle para que huela los elementos usados por el bebé (ropa, pañales, baberos, etc.) antes de presentarle al niño, y “regalarle” alguna batita o ropa que el niño ya no utilice, para que juegue o duerma con ella.
- Presentarle al bebé o niño en una situación controlada (siempre con collar y correa puesto, para poder sujetarlo y manejarlo).
- Cuando esté presente el bebé o niño, se le prestará atención al canino “en adaptación”, y se realizarán actividades que le resulten agradables (darle un juguete, un premio, acariciarlo). Si el niño tiene edad suficiente, procurar que sea éste quien le prodigue atención, juego, juguetes o golosinas (premios).
- Si es un niño pequeño que ya camina, supervisar los encuentros llevando al animal con correa. El adulto puede agacharse y caminar junto y a la altura del niño, llevando juntos “a pasear” al perro dentro de la casa.
- Educar al niño explicándole cómo debe acariciar al perro, que no debe molestarlo mientras descansa o se alimenta (e impedir que estas situaciones ocurran).

Por Dra. Marina Snitcofsky
Etología Veterinaria


Foto: "Dana", cocker. Paciente del Serv Vet Integral

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