MEDICINA FAMILIAR

En nuestro Servicio Veterinario creemos que es fundamental poder brindar un servicio completo a nuestros pacientes. Para ello, no sólo buscamos satisfacer las necesidades de la mascota a lo largo de toda su vida, sino también acompañar a su dueño, guiándolo en cómo estar atento a las diferentes enfermedades que la puedan afectar.

El concepto de nuestro Servicio Veterinario parte de la prevención de enfermedades de nuestros pacientes mediante la vacunación anual, la desparasitación y algunos chequeos de rutina. Además, brindamos un seguimiento de su salud y calidad de vida y contención a sus dueños, quienes en definitiva son los que acompañan a la mascota en todo momento.

Sabemos lo que su mascota significa. Sabemos cómo atender sus necesidades.


viernes, 18 de noviembre de 2011

LA ETAPA GERIÁTRICA

Con los avances en diagnóstico y tratamiento se incrementó notablemente la cantidad de pacientes geriátricos en los ficheros veterinarios.
Esta etapa de la vida implica grandes cambios en nuestra mascota y es normalmente poco comprendida por propietarios y también por algunos colegas.
Es común que el perro tenga un paso gradual y notorio desde la adultez a la etapa geriátrica, mientras que en el gato ese cambio sea más brusco y a edad más avanzada.
En ambos, como en todo ser vivo, los sistemas y órganos envejecen y se deteriora su funcionamiento, lo que produce manifestaciones clínicas que muchas veces son ignoradas o poco valoradas al considerarlas como normales porque “está viejo”.
Excede a esta nota describir todos los cambios posibles que tengan relación con una enfermedad, para eso debe consultarse al veterinario de cabecera, pero sí es interesante aclarar algunos puntos de consulta frecuente.
El más común se refiere a las horas de sueño, “duerme todo el día, ¿es normal?”
Perros y gatos jóvenes y sanos duermen entre el 75 y 80 % de las horas del día en ciclos de sueño diferentes al nuestro.
En la etapa geriátrica, este tiempo se incrementa y el sueño es a veces tan profundo que se hace difícil despertar a la mascota. Esto ocurre por factores que involucran al envejecimiento cerebral mismo y a la declinación de los sentidos, particularmente la audición.
Con respecto al envejecimiento cerebral, puede darse de un modo fisiológico o patológico, apareciendo lo que se conoce como DCC (disfunción cognitiva canina) cuyo signo más temprano es la alteración del ciclo sueño/vigilia. El animal permanece despierto durante la noche, deambulando y a veces vocalizando.
La DCC es una enfermedad degenerativa similar al Alzheimer humano y si bien está más descripta en perros, muchos gatos añosos también presentan sintomatología de DC.
Como su equivalente humano, no tiene cura, pero puede medicarse para demorar la progresión.
Resumiendo, muchas enfermedades que pueden aparecer en el animal geronte no son curables pero sí tratables.
No hay que dar por sentado que los cambios de conducta o hábitos de nuestra mascota sólo se deben a la vejez, porque pueden tener una causa física subyacente que puede ser diagnosticada y medicada.
Si ya conseguimos hacerlos más longevos, hagamos que transiten la última etapa de su vida lo más confortablemente posible.

Nancy Digón
M.V especialista en Neurología y Fisioterapia.

FOTO: Miguel. Fel Común Europeo, 4 años.